domingo, 16 de diciembre de 2012

DAEtsam

Como no es posible acceder a la información sobre las plantas de la torre, se consideran diáfanas, con una superficie de 180 m² cada una. 


El proyecto resuelve la adecuación de estos espacios de 180 m² para la ubicación de la nueva Delegación de Alumnos de la Etsam.

Se propone una mampara articulada de vidrio transparente con el objetivo de crear los diferentes ámbitos de trabajo. A las mamparas se les adhieren tiras con el acabado de espejo y blanco, dispuestas en sentido vertical.

El resultado es un espacio con multitud de posibilidades de configuración de esos entornos de trabajo en función de las variables de luz y ocupación.

Nueva sede de la Delegación de Alumnos

Como ya se explicó anteriormente en el texto extraído de la publicación Arquitectura de Madrid (IX Semana de la Arquitectura), la torre es un elemento de referencia en ciudad universitaria. De hecho, si no fuera por ella, el museo pasaría desapercibido debido a la topografía y la vegetación.

Es en esta torre donde se establecerá la nueva sede de la DAEtsam, de un modo un tanto "clandestino" puesto que hoy en día se encuentra desocupado.
El acceso tendrá lugar a través de una ventana que se alcanza gracias a un andamio elevador motorizado situado en la cubierta del museo. A la cubierta, a su vez, se accederá desde otro elevador en la fachada oeste.

El museo del Traje de Madrid

Av JUAN DE HERRERA c/v Av Puerta de Hierro c/v C PAUL GUINARD

Jaime López de Asiaín Martín y Ángel Díaz Domínguez : 1969 (P)

Edificio concebido como centro de difusión de las artes contemporáneas, y no a la manera de un museo tradicional, su concepto espacial flexible, transformable y crecedero, mereció el Premio Nacional de Arquitectura en 1969. Se planteó a tal efecto la planta baja como gran lonja abierta entre pilares, en forma de U en torno a un patio central y en permeable fusión con los espacios exteriores, a su vez espacio museístico al aire libre.




La planta principal es un contenedor plurifuncional aleatorio que parece flotar sobre los pilotes, albergando biblioteca, auditorio, aulas y una gran sala de exposiciones en espacialidad adaptable a cualquier virtualidad. Cerrada con chapas metálicas horadadas por corrido ventanal, opone su horizontalidad, que prolonga el paisaje del entorno, a la verticalidad enfática de la torre central, que signa los horizontes de la Ciudad Universitaria, alojando oficinas y talleres.




Esta torre-vigía alterna la transparencia del muro-cortina con la opacidad de un borde prismático tratado como coraza metálica. Objeto en su día de encendida polémica y sujeto de posteriores transformaciones espaciales y de uso, su innegable singularidad lo hace todavía un referente del paisaje universitario.


IX SEMANA DE LA ARQUITECTURA
Texto extraído de la publicación: Arquitectura de Madrid

Frankenstein